30/1/07

Aforismos: Consideraciones acerca del pecado (Franz Kafka)


"El camino verdadero pasa por una cuerda, que no está extendida en alto, sino sobre el suelo. Parece preparada más para hacer tropezar, que para que se siga su rumbo".


"Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia. Interrupción prematura de un proceso ordenado, obstáculo artificial levantado al derredor de una realidad artificial".


"A partir de cierto punto no hay retorno. Este es el punto que hay que alcanzar".


"El poseer no existe, existe solamente el ser: ese ser que aspira hasta el último aliento, hasta la asfixia".

El inconstante (Pablo Neruda)

Los ojos se me fueron
tras de una morena que pasó.
Era de nácar negro,
era de uvas moradas,
y me azotó la sangre
con su cola de fuego.
Detrás de todas
me voy.
Pasó una clara rubia
como una planta de oro
balanceando sus dones.
Y mi boca se fue
como con una ola
descargando en su pecho
relámpagos de sangre.
Detrás de todas
me voy.
Pero a ti sin moverme,
Sin verte, tu distante,
Van mi sangre y mis besos,
morena y clara mía,
alta y pequeña mía,
ancha y delgada mía,
mi fea, mi hermosura,
hecha de todo el oro,
y de toda la plata,
hecha de todo el trigo
y de toda la tierra,
hecha de toda el agua
de las olas marinas,
hecha para mis brazos,
hecha para mis besos,
hecha para mi alma.

29/1/07

Podología social (...)

A veces piso con tanta firmeza que me da miedo. Sí, me da muchísimo cagazo. ¿Hago mal en admitirlo? Ojo, yo no me la creo. No puedo venderme buzones a mí mismo. Sería algo así como el timador timado en versión unipersonal. Una situación inverosímil. Además estoy segurísimo de que en el cualquier momento me voy a pegar un resbalón y quedaré culo para arriba (no se me ocurre una imagen más ridícula). Y todos, absolutamente todos, se darán cuenta de que la seguridad de mis pasos era producto de un complejo efecto especial capaz de engañar a medias a medio mundo. Algo así como una cortina de humo para cubrir por completo todo mi repertorio de inseguridades.
Las contradicciones, como siempre sucede en este hermoso lugar común, están a la orden del día. ¿Cómo puede marchar con semejante pompa un tipo que casi siempre anda descalzo? Por más que las plantas de mis pies luzcan muy curtidas por la constante desidia hacia el calzado, estoy a años luz de poder emular a Abebe Bikila, aquel heroico atleta etíope que pasó a la historia del deporte por ganar la maratón olímpica en patas… Por lo tanto, con los pies desnudos (y con juanetes) será muy difícil llegar a la meta. Sobre todo si constantemente nos cruzamos con tipos sin escrúpulos que usan borceguíes…
¿Cuál será el final de esta cruzada quijotesca en versión podológica*? Obvio, lo más probable es que nos pasen por arriba… Igual, señal que caminamos, vale la pena seguir intentando.

*Perdón por el neologismo. Simple producto de la multiplicación de cansancio y pereza.

28/1/07

Ali (y Pelé) x Soriano


"El deporte permitió que la raza negra erigiera a dos de los suyos como los hitos mayores de este siglo: Edson Arantes do Nascimento (Pelé) y Muhammad Alí. El brasileño renegó de su negritud, sirvió a la dictadura implantada en el Brasil en 1964 y aconsejó a los niños negros que tomaran Pepsi-Cola y fueran buenos con los blancos. Alí se negó a juzgarlo: “Es mi hermano de raza”, dijo. Pelé, en cambio, despreció siempre al boxeador".


*Publicado en la Revista Crisis en diciembre de 1974.

Iba a escribir algo...


Pero esto está mucho mejor (obviamente, con permiso de Página 12)...

10 años sin Osvaldo Soriano


*Ilustración: Daniel Paz

26/1/07

Todo lo contrario (Mario Benedetti)


Veamos, dijo el profesor:
-¿Alguno de ustedes sabe que es lo contrario de "in"?
-"¡Out!", respondió prestamente un alumno.
-No es obligatorio pensar en inglés. En español, lo contrario de "in", como prefijo privativo, claro, suele ser la misma palabra, pero sin esa sílaba.
-Sí ya sé, profesor: Insensato y sensato, indocil y docil.
-Parcialmente correcto; no olviden muchachos que lo contario del invierno no es el vierno, sino el verano.
-No se burle, profesor...
-Vamos a ver... ¿Sería usted capaz de formar una frase más o menos coherente con palabras que si son despojadas del prefijo "in" no confirman la ortodoxia gramatical?
-Probemos... Aquel dividuo memorizó sus cógnitas, se sintió dulgente pero dómito, hizo ventario de las famias con que tanto lo habían cordiado, y aunque se resignó a mantenerse cólume, así y todo en las noches padecía de somnio, ya que le preocupaban la flación y su cremento.
-Sulso pero pecable -admitió el profesor.

25/1/07

Verdad (Charles Bukowski)

una de las mejores líneas de Lorca
es,
"agonía, siempre
agonía…"
piensa en esto cuando
mates una
cucaracha o
recojas un hoja para
afeitarte
despertando en la mañana
para
enfrentar el
sol

Una foto (...)

Un reportero gráfico le sacó una foto a una persona muy importante que no quería ser retratada. Sólo cumplió con su trabajo. La imagen fue a parar a la portada de una revista. Hasta ahí nada raro. Al hombre en cuestión, acostumbrado a moverse en las sombras, no le gustó nada que su rostro se hiciera público. Podía estar molesto. A nadie le agrada que invadan su privacidad. Sin embargo, se sabe, existen miles de maneras de mostrar el enojo por un disgusto…
El empresario, sin embargo, eligió el camino más sencillo para demostrar que era intocable. Con la función cognitiva alterada por el exceso de poder y convencido de que todo lo podía, decidió castigar al fotógrafo. Resolvió matarlo. El, obvio, no se ensució las manos. Sólo lo hizo el día en que, prófugo de la justicia, se pegó (¿?) un tiro en la cabeza en un campo del interior del país. Una actitud cobarde. Aunque no tanto como haber ordenado liquidar al reportero gráfico que había registrado su omnipotente imagen. El jefe de la custodia del empresario organizó una banda de lacras, formada por matones a sueldo con y sin uniforme, para darle una nueva acepción al término impunidad. La historia terminó con dos tiros en la nuca del fotógrafo en un descampado de una localidad muy cercana a un balneario top de la costa atlántica. No les alcanzó con el par de balazos. También quemaron el cuerpo y su auto. En realidad, la historia no tendría que haber acabado nunca para los responsables del asesinato. Ellos deberían estar encerrados. Pero todo sucedió en un país podrido por la corrupción, en el que las leyes tienen una flexibilidad inusitada. Sólo dos de los homicidas siguen en la cárcel. Otros cinco ya quedaron libres. Y uno, el coautor intelectual, goza de las bondades de la prisión domiciliaria.
Podría ser la trama de un relato policial atiborrado de cinismo. Lamentablemente, todos los saben, es historia real. El fotógrafo fue asesinado hace 10 años. Y aquí parece que no pasó nada.

24/1/07

Un poco de Groucho Marx


“Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro”.

“Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer”.

“Inteligencia militar son dos términos contradictorios”.

“Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota”.

“El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho”.

“No piense mal de mí, señorita, mi interés por usted, es puramente sexual”.

Donador (Juan Ramón Jiménez)


Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera.

Exit (...) *


Miro hacia los costados. Y no hay nadie. Me desespero. Estoy transpirado. La ropa se me pega al cuerpo. Me siento incómodo. Pero, la verdad, no me importa. ¿O sí? Me falta del aire. Y no puedo seguir corriendo. Me ahogo. Me tropiezo. Siento, además, que se me parten las rodillas. Necesito parar. Pero no debo. Tengo que escapar.
No hay tiempo para perder…
Miro hacia adelante. Y no veo nada. No tengo miedo, pero debo reconocer que estoy ansioso. ¿Dónde está la maldita puerta? Me doy cuenta de que la palabra EXIT, en verde fluorescente, resalta entre la oscuridad y se repite cada vez más seguido a medida que avanzo. Pero todavía no llego a la salida. Me quiero ir. ¿Faltará mucho? Me desespero. Vuelvo a tropezar. No sé qué hacer. Tampoco me animo a volver. No serviría de nada.
Me freno. Trato de cambiar el aire. Doy media vuelta. Abro los ojos. Enfoco bien. Me refriego. Veo, a lo lejos, un puñado de recuerdos empeñados en perseguirme. Parecen dispuestos a no dejarme solo. No me quieren abandonar. Tienen diferentes formas. Algunos están disfrazados. Se parecen mucho, muchísimo, a las personas que alguna vez amé. Pero, obviamente, no son personas. Simplemente son recuerdos. Bocetos del pasado. De los buenos. También de los no tan buenos. De los que generan nostalgia. Pero ya no puedo hacer nada útil con ellos. Apenas me sirven para recrear en la mente algunos momentos inolvidables que nunca jamás volveré a vivir. ¿Para qué los quiero entonces? Si me hacen mal. Cada vez que los revivo, después de disfrutarlos a pleno, hundo la cabeza en la almohada y no paro de llorar.
¡Váyanse!
¡Déjenme en paz!
Basta.
No quiero deprimirme más.
Es hora de volver a empezar.
Estoy otra vez corriendo.
No me importa nada.
Sólo deseo llegar a la puerta de salida.
Ojalá esté sin llave.

*Aclaración para los curiosos y los mirones. Aunque lo parezca, no todo lo que aparece aquí es autobiográfico. ¡Aguante la ficción!

23/1/07

Las distancias... (Roberto Juarroz)


Las distancias no miden lo mismo
de noche y de día.
A veces hay que esperar la noche
para que una distancia se acorte.
A veces hay que esperar el día.
Por otra parte
la oscuridad o la luz
teje de tal manera en ciertos casos
el espacio y sus combinaciones
que los valores se invierten:
lo largo se vuelve corto,
lo corto se vuelve largo.
Y además, hay un hecho:
la noche y el día no llenan igualmente el espacio,
ni siquiera totalmente.
Y no miden lo mismo
las distancias llenas
y las distancias vacías.
Como tampoco miden lo mismo
las distancias entre las cosas grandes
y las distancias entre las cosas pequeñas.

Desaforismos (Ernesto Esteban Echenique)*


"Le señalé el futuro y me miró el dedo".
"Si un amigo te clava un cuchillo en la espalda, desconfía de su amistad".
"La rosa tiene espinas, pero ¿tiene pétalos el atún?"
"Simula reír la hiena. Pero no entiende los chistes".
"¡Mucho se arrepentirá quien indique el camino a la bala perdida!"
"El mejor amigo del hombre es aquel que puede acompañarlo en prolongado silencio sin ladrar".
"Lo llamaron científico, estadista y pensador. Pero nunca fue tan feliz como cuando lo llamaron Bichi".
"El optimista ve la copa medio llena. El pesimista, medio vacía. El borracho la ve doble".
*En realidad, por si no lo saben, el enorme Roberto Fontanarrosa.

Incendio en el área penal (...)


¿Cómo apagar el incendio si el fuego no se ve?
No aparecen marcas en el cuerpo. Sin embargo, los órganos vitales comienzan a tener pequeñas fallas. Muchas veces son imperceptibles… Ojo, tampoco es necesario salir corriendo al hospital más cercano para hacerse un chequeo y conseguir un certificado de buena salud. El médico, por más que uno jamás haya pisado la universidad, está alojado en la azotea. En el mismo lugar en el que surgen los problemas. Porque ya saben: más allá de algún hígado maltrecho o de un corazón agujerado, todos los embrollos se originan en la sesera.
Perdón por lo pueril. Perdón, nuevamente, por apelar a una sencilla (y tan berreta) analogía futbolera. Hay que poner la pelota bajo la suela y alzar la vista. No siempre sirve salir gambeteando. No hay que exponerse tanto. A veces se puede tocar la bola para atrás. Se puede, también, meter un cambio de frente. O, por qué no, un pelotazo profundo. No sirve de nada encapricharse en pasar todos los rivales que aparecen en el camino por el simple hecho de haber salido indemnes en innumerables oportunidades. Todos maradoneamos algunas veces. Sin embargo, cada vez tenemos menos recursos para ganar este maldito partido que nos pusieron a jugar de prepo y que suponemos que vamos perdiendo por goleada.
Basta de fútbol, trivialidad y eufemismos. Se puede salir. Ojo, no hay que ser necios. Hay darle importancia a las pequeñas alertas sintomáticas. Son enormes señales de stop que marcan que vamos por el camino equivocado. Hay que reflexionar y meditar. ¿Para qué llegar hasta la cornisa si corremos alto riesgo de tropezarnos y caernos? ¿Para qué quemarnos vivos?
Hagamos culto del egoísmo: que se prendan fuego los demás…

20/1/07

Bolero (Julio Cortázar)

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

19/1/07

Manejame con cuidado (The Traveling Wilburys)



He sido golpeado y abollado en todos lados
enviado hacia arriba, y también hacia abajo
sos lo mejor que encontré en mi vida.
Manejame con cuidado.

Reputaciones cambiables
situaciones tolerables
nena, sos adorable.
Manejame con cuidado.

Tan cansado de estar solo
todavía tengo algo de amor para dar
Por qué no me demostrás que realmente te importa...

18/1/07

Ciberproblema (...)


¿Dónde está el botón para resetear la máquina? El disco rígido está repleto de información que naufraga a la deriva. El sistema está al borde del colapso. ¿Tengo que formatear el disco? No, señor. Ni ahí. No soy partidario de aplicar la Ley Marcial de la cibernética porque eso significaría perder toda la data almacenada. Me quitaría de encima los archivos dañados y en desuso. Pero también acarrearía la dolorosa e irrecuperable pérdida de todos los programas y proyectos que son útiles en el presente y, creo, serán vitales en el futuro. Tampoco hay chance de back up. La disquetera dejó de funcionar desde hace rato, al igual que la grabadora de CDs. Entonces, no hay trato. Empezar de cero, por más que exista la posibilidad de modernizar el hardware y el software, es una movida peligrosa que por ahora no estoy dispuesto a asumir...
Además, estoy seguro de que me dijeron dónde estaba ese bendito botón...

A ver... ¿Será éste?

17/1/07

No, mujer, no llores (Bob Marley)


No llores mujer
no llores mujer
Porque me acuerdo de cuando nos solíamos
sentar en un patio del gobierno de Trenchtown
Observando a los hipócritas
mezclados con la buena gente que encontramos.
Tenemos buenos amigos
Oh, buenos amigos hemos perdido
en el camino
En este gran futuro
puedes olvidar el pasado
Así que seca tus lágrimas.
No llores mujer
No llores mujer
Cariño, no derrames lágrimas
No llores mujer
Recuerdo cuando nos solíamos sentar
en el patio del gobierno de Trenchtown
Y entonces Georgie hacía las astillas para el fuego
El tronco ardía por las noches
Y cocinábamos gachas de maíz
que compartiré contigo.
Mis pies son mi único transporte
y así tengo que seguir empujando.
Oh, mientras yo esté fuera
Todo estará bien
todo estará bien
No llores mujer
no llores mujer
Cariño
no derrames lágrimas
No llores mujer.

15/1/07

Límites (Juan Gelman)


¿Quién dijo alguna vez:
hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez:
hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez:
hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez:
hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?

Sólo la esperanza
tiene las rodillas nítidas.
Sangran.

12/1/07

Antes, después (Julio Cortázar)

Como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede al amor
como la caricia a la mano
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente
aunque no haya huella ni presagio

aunque no haya huella ni presagio
como la caricia a la mano
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede el amor
pero inevitablemente
el amor sobrevive al amante
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna

como la caricia a la mano
aunque no haya huella ni presagio
el amante precede al amor
el perfume dibuja el jazmín
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente...

Casi nada es imposible (...)


Es imprescindible, por estas horas, hablar de los imposibles. Puede sonar como una pérdida de tiempo. ¿Si es imposible? Juá... Siempre hay una mirada ajena, tan reduccionista como totalitaria, que trata de derrumbar las utopías y dejarlas ahí tiradas en un rincón como si fueran meras ilusiones ópticas que se desvanecen con un nuevo golpe de vista. La ciencia avanza a pasos agigantados y resuelve problemas que tiempo atrás parecían irresolubles. ¿Entonces? Ojo, aquí no hay uso ni abuso de libros de autoayuda. Tampoco hubo consumo de drogas lisérgicas para transformar a la realidad en un bello caleidoscopio. Pero sobran los imposibles que ya son posibles. ¿Ejemplos? El hombre llegó a la Luna hace treinta y pico de años (al menos eso nos quieren hacer creer desde la NASA). El cáncer ya no es mortal si es detectado a tiempo. Dos personas paradas en las antípodas pueden comunicarse con apenas mover dos veces un mismo dedo (dícese doble clic)... La lista se puede engrosar con innumerables evidencias que comprueban la hipótesis. Ojo, no es cuestión de comer vidrio. Hay un montón de poder en juego en este mundo corrupto. Y, para poner un contraejemplo, se advierte que hay situaciones que no son plausibles de ser modificadas: nadie gastará un segundo en encontrar la manera de que el presidente de Gringolandia tome al menos una medida racional (el suicidio, tal vez).
Sin embargo, todavía hay miles de situaciones que por estas horas parecen imposibles y, en realidad, no lo son. Y no es necesario caer en el terreno fangoso del piensalindismo (neologismo robado). Sólo falta tiempo. Apenas es necesario cruzar una delgada línea. No siempre la razón oficia de buena consejera. Para conseguir que los imposibles sean posibles, a veces, hay que dejarse llevar por los impulsos. No hay que vacilar. Hay que sacarse de encima los malditos tabúes. Una corazonada puede ser el puntapié inicial de una salida genial. Porque uno comienza a morirse en vida cuando deja de hacer las cosas que le causan placer. Y no hay peor karma que quedarse con la espina de no haber hecho algo que pudo haber modificado sustancialmente el futuro. ¿Un ejemplo publicitario? Miren si el padre de Vilas no le hubiese comprado la raqueta al gran Willy... Hoy estaría en Mar del Plata festejando el día de los pescadores.

11/1/07

Y de los replanteos... (Oliverio Girondo)

Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimiento sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y
remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho a lo repoco y
lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes
de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara van en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro locoy parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogo y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidéfalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y libido y oficio
recansadísimo
de tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintos perversitos
y de las ideitas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo
o sensitivo tibio
o remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento
al engusanamiento
y al silencio.

10/1/07

El centro del amor (Roberto Juarroz)


El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.

Pasatiempo (Mario Benedetti)



Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana no existía
luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era océano
la muerte solamente una palabra
ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte de los otros

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser la nuestra.

¿Nadie se muere en la víspera? (...)

No le tengo miedo a la muerte. Creo que es una pérdida de tiempo dilapidar horas de terapia para intentar resolver algo que no tiene solución. A lo que le tengo terror (y me tiemblan los dedos al teclear estas líneas) es que la señora parca llegue en un momento poco indicado. Ojo, no pretendo que me mande un telegrama de aviso... ¿Sería mucho pedir? Tampoco quiero ser protagonista de algo así como “El cielo puede esperar”. Nada que ver. Eso sólo sucede en las películas (especialmente, en las muy malas). Lo que quiero decir es que el dicho que reza que “nadie se muere en la víspera” es tan falso como que “el dos a cero es el peor resultado”.
Ocurre, amigos, que no quiero perderme un montón de acontecimientos que considero, a mi modesto entender, que aún debo vivir... Y no voy a caer en situaciones tan banales como el deseo irrefrenable de ser testigo de cuerpo presente (y vivo) de una vuelta olímpica de Banfield... Aunque no estaría nada mal, ¿no?
Hoy la premisa, la zanahoria que persigo tal burro muerto de hambre, es dejar una marca (sin pegarle una paliza, obvio) en la preciosa Catalina.
Mi abuela me juraba y perjuraba que siempre estaría a mi lado. Que una vez que muriera, iba a estar mirándome desde una estrella. Y me exigía que la buscara por ahí las noches que la necesitara. Yo le decía que le creía... Desautorizarla habría sido muy descortés de mi parte. Por las dudas, algunas madrugadas mezcladas con la desesperanza, la busqué... Y no la encontré. Si hubiese sucedido lo contrario, tendría escritos un par de libros y hasta podría estar apagando la luz con Víctor Sueiro. Ojo, ya sabía que no era verdad. Sabía que se trataba de una metáfora. Ella no está desde hace rato. Pero su recuerdo está vivito y coleando. Mi abuela, sabia por vieja, logró su cometido.
¿A qué voy con esta anécdota sensiblera? Justamente, a que si me vienen a buscar ahora para ponerme en un traje de madera (que no sea muy caro, se va a pudrir al rato como su dueño), Cata apenas sabrá, por fotos y comentarios, que su padre era un gordo con barba (les aviso que no soy ni quiero ser Papá Noel; tal vez sí Bud Spencer). Nada más. Ni siquiera tienen grandes hazañas para contarle sobre mi vida. Por ejemplo, la única vez que me salió una chilena, la bola pegó en el travesaño. Sí, perdedor absoluto. A excepción de ella, no hice nada importante en estos 30 años y monedas...
¿Las asignaturas pendientes?
Quiero verla gatear... Y no por las calles (malpensados abstenerse), sino por el piso.
Quiero oír sus primeras palabras. La verdad, no me importa que no sea papá. Y que con esas palabras arme frases ocurrentes dignas de ser publicadas en la revista Viva. Ojo, ni muerto las mandaría. Que me haga reír mucho. Y llorar muy poquitito, si es posible que siempre sea de emoción.
Quiero que camine y que corretee (sin tirar artefactos de valor y sin golpearse demasiado fuerte).
También quiero que me haga sus primeros planteos... Pero que al final siempre me haga caso.
Y, sobre todo, deseo con fervor que se dé cuenta de que estoy a años luz de ser el padre perfecto... Aunque en el fondo esté absolutamente convencida de que soy el mejor de todos.
En definitiva, quiero ver crecer a Catalina. Y que yo me entere de todo eso. Me conformo con llegar a vivir hasta el día en que traiga por primera vez a su novio (o novia, ¿por qué no?). Quiero, por lo menos alguna vez, clavar una mirada llena de odio que amedrente por un rato al fulano/a que le toque en suerte.
También quiero otras cosas. Hay sonrisas que no me quiero perder. Aventuras y desventuras que tengo pendientes. Palabras que quiero decir. Ideas que andan con ganas de ser textos. La lista es larga. Pero, al fin y al cabo, no son tan prioritarias como Cata.
Por eso no me interesa en lo más mínimo morirme en la víspera. Avísenle a quien corresponda...
Eso sí, amigos, recibo con los brazos abiertos cualquier dos a cero a favor. Sólo en ese caso acepto de antemano el peor resultado.

9/1/07

La foto salió movida (Julio Cortázar)

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblenrente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo está algo ladeado lo que ve es el paraguero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y tambien las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.

Capitanes de la arena (Jorge Amado) *


"Solamente los dos vigilantes de la policía bahiana que se lustraban las botas frente al puesto policial fueron fusilados por los cangaçeiros, pero fue antes de haber descubierto el carrusel en la plaza central. De lo contrario, quizá hasta a los vigilantes de la policía bahiana hubiera perdonado Lampiâo en esa noche de suprema felicidad para su banda de cangaçeiros. Entonces se portaron como niños, gozaron de una felicidad que antes nunca habían gozado, ni en su infancia de hijos de campesino: montar en el caballo de madera de un carrusel, mientras sonaba la música de una pianola y las luces ofrecían todos los colores: azules, verdes, amarillas, violetas y rojas, como la sangre que sale de los cuerpos de los asesinados".

*Novela altamente recomendable.

7/1/07

Un año sin Garrafa Sánchez (...)* **

Los maestros del periodismo recomiendan no escribir en primera persona. Tampoco ven con buenos ojos que uno tome partido por una persona, una agrupación política o un club de fútbol. Pero hoy vale romper con las reglas...
Ayer, tras dos días de agonía, murió José Luis Sánchez. A los 31 años lo mató su amor por las motos y la velocidad, la misma pasión que le cerró las puertas en el Boca de Bilardo, allá por 1996. Una pirueta, la ausencia del casco, una patinada, un golpazo y chau. Pero no es tiempo de editorializar sobre cuestiones de seguridad. Fractura de cráneo, golpes a doquier, muerte cerebral... Dolor. Mucho dolor. En Laferrere, en Gerli, en Banfield, en todos aquellos que aman el buen fútbol...
Se fue uno de los tipos que me generó más alegrías dentro de una cancha en los últimos tiempos. Jugaba a la pelota como todos soñamos hacerlo. Zurdo, mágico, gambeteador, hablador, provocador, pelado, retacón. Era diferente al resto. Bien de potrero... Adorado y reverenciado por sus hinchas. Repudiado (y envidiado) por la contra.
Un crack.
Se hablaban maravillas de él desde Laferrere. Y no era producto de la exageración que genera la devoción. Lo comprobé cuando lo vi por primera vez, en vivo y en directo, por cuestiones profesionales, con la camiseta de El Porvenir. Fue amor instantáneo. "¿Qué hace este tipo en la B?", le pregunté a un colega...
Afortunadamente, lo disfruté a pleno cuando se puso la verde y blanca (o la naranja) de Banfield. Artífice del ascenso desde la B Nacional —aquella final inolvidable ante Quilmes—. Patrono de la salvación cuando el promedio era tema de alta preocupación en el Sur —el golazo de tiro libre ante Independiente—. Y hubo muchas más tardes de inspiración. "Para Garrafa... la Selección", era el himno que bajaba desde la popular del Florencio Sola.
Sólo le faltó que el físico lo acompañara para que su fama trascendiera fronteras. Su talento, sin dudas, valía millones. Las lesiones, casi crónicas, lo alejaron del Taladro. Jugó sus últimos partidos en Lafe, adonde él quería, cerca de su casa.
Se fue Garrafa. Todavía no lo puedo creer. Tampoco quiero.

*Publicado el 9/1/2006 en La Razón.
** No es literatura... Pero el tipo, con la pelota bajo la suela, hacía poesía.

3/1/07

19 de diciembre de 1971 (Roberto Fontanarrosa)* ** ***


Sí yo sé que ahora hay quienes dicen que fuimos unos hijos de puta por lo que hicimos con el viejo Casale, yo sé. Nunca falta gente así. Pero ahora es fácil decirlo, ahora es fácil. Pero habla que estar esos días en Rosario para entender el fato, mi viejo, que hablar al pedo ahora habla cualquiera.
Yo no sé si vos te acordás lo que era Rosario en esos días anteriores al partido. ¡Y qué te digo “esos días”! ¡Desde semanas antes ya se venía hablando, del partido y la ciudad era una caldera, porque eso era lo que era la ciudad! Claro, los que ahora hablan son esos turros que después vos los veías por la calle gritando y saltando como unos desgraciados, festejando en pedo a los gritos y después ahora te salen con que son... ¿qué son?... moralistas... ¿De qué se la tiran, hijos de mil putas? Ahora son todos piolas, es muy fácil hablar. Pero si vos vieras lo que era la ciudad en esos días, hennano, prendías un fósforo y volaba todo a la mierda. No se hablaba de otra cosa en los boliches, en la calle, en cualquier parte. Saltaban chispas, te aseguro. Y la cosa arrancó con el fato de las cábalas. O mejor dicho, de los maleficios.
...
* No hay discusión. El mejor cuento de fútbol. Insuperable.
** Para leer completo: http://www.negrofontanarrosa.com/publica/cuentos/fp_cn_t.asp?id=17
*** Salud, maestro.

Un montón (...)

Un segundo. Con eso basta para cambiar el curso de un día que viene mal parido.
Tal vez exagero. Quizás alcance para modificar el humor, malo como casi siempre... Y no es poco.
Una sonrisa. Un guiño. Una mueca. Una mirada. Un gesto. Un abrazo. Una palabra precisa. Un "nos juntamos en un rato". Un "tengo un libro que te va a encantar". Un "¿mañana hacemos un asadito?". Un "tengo la tarde libre, ¿y vos?".
Otra sonrisa.
No sé cuánto vale... Sólo sé que tomar la decisión lleva un segundo. Apenas un segundo.
Tal vez exagero. Tal vez, lleva un tiempito más. Pero no cuesta demasiado.
Me conformo con poco.
¿O será un montón?