Ella no me esperaba. Apenas me vio, intentó disimular su alegría. Se mostró indiferente. Actuó. Sólo para juguetear con mis sentimientos, me pidió que me fuera. Pero enseguida se sonrió y me hizo un lugar en su cama. Era tarde. Apenas cruzamos palabras. Se aferró a mi mano. Con fuerza. No la soltaba. Hasta que se durmió enredada entre mis brazos.
31/5/10
27/5/10
Resignación (...)
Da lo mismo. No importa si está bien o mal. Da lo mismo. No quería resignarme, pero no queda otra... Es la única alternativa.
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