31/5/10

Catalina (...)

Ella no me esperaba. Apenas me vio, intentó disimular su alegría. Se mostró indiferente. Actuó. Sólo para juguetear con mis sentimientos, me pidió que me fuera. Pero enseguida se sonrió y me hizo un lugar en su cama. Era tarde. Apenas cruzamos palabras. Se aferró a mi mano. Con fuerza. No la soltaba. Hasta que se durmió enredada entre mis brazos.

27/5/10

Resignación (...)

Da lo mismo. No importa si está bien o mal. Da lo mismo. No quería resignarme, pero no queda otra... Es la única alternativa.