30/9/07

Impuntual (...)

El hombre que se jacta de su puntualidad acaba de darse cuenta de que siempre llega tarde a todos lados. Es obvio: no hace falta tener el reloj en hora para estar a tiempo en el momento preciso y el lugar indicado.

27/9/07

Recreo (...)

En pleno desorden, con ideas que se confunden con impulsos, resulta de vital importancia encontrar un punto en común para descargar necesidades. No estaría mal salirse un poco de los esquemas convencionales que imponen las reglas culturales para tomarse un recreo. Serán unos minutos. Tal vez un poco más. Un descanso útil para recuperar energías y convicciones. Para darse cuenta de que existen maravillosos universos paralelos.

25/9/07

Extraño (...)

Es extraño extrañar lo que nunca jamás se tuvo y parece imposible tener. Es extraño, pero se extraña como se extraña lo que alguna vez se tuvo y ya no se tiene ni se volverá a tener.
Extraño extraño.

*Algunos "extraño" podrían haber sido reemplazados por raro o singular. Otros, en cambio, tienen que ver con añorar, echar de menos o evocar. En este caso, es preferible repetir.

20/9/07

Rutina (...)

El cansancio alienta la dispersión. Los detalles cotidianos toman mayor trascendencia de la que realmente merecen. El ruido de dedos obedientes martillando teclas se convierte en una tortura auditiva. Pero mucho más molesto es el olor que emanan un par de cigarrillos encendidos de madrugada en tiempos de rebeldía. Apenas pasaron unas pocas horas de un día que se reitera de lunes a viernes. Todavía no hay tensión, siempre un poco exagerada. Tampoco chistes repetidos como si fueran pasos de comedia ni mensajes cifrados. Ya llegarán. Y estarán acompañados por la habitual sobredosis de histeria y de lugares comunes. La rutina desespera. Es previsible. Pero somos parte de ella. Y no hacemos demasiado para alterarla.

19/9/07

Silencio (...)

A lo lejos, perdida entre tanto ruido, se oye una voz que hace delicias con el arte de la retórica. Sólo hay que afinar el oído. Descartar selectivamente la basura en el desesperante tráfico del barullo. Y callar. Y escuchar. Y gozar.
Shhhhhhhhhhhhhh.

No olvidar (...)

Olvidar es uno de los canales más comunes de la evasión. Ayuda a vivir en un estado de gracia. Permite pasar el tiempo libre de culpa y cargo. También hace mal. Daña. Y no facilita la inevitable cicatrización. Por eso es necesario ejercer el derecho de la memoria. No para autoflagelarse. Todo lo contrario. Es esencial. Las historias, las malditas de los años del terror, no deben repetirse. Hay que estar atentos. Es vital para que la palabra justicia vuelva a tener contenido y deje de ser sólo ocho letras huecas manejadas en forma antojadiza por los poderosos de turno.

17/9/07

Instrucciones para (no) hacer guiños (...)

Para hacer un guiño hay que cerrar un ojo por un momento y dejar el otro abierto. Generalmente, se lo hace con disimulo, como si se tratara de una seña de un juego de naipes, para advertir a los incautos del mensaje implícito. En otras ocasiones, en tanto, sólo bastan unas frases que tengan la capacidad de tomar distintos significados en los oídos de uno de los receptores. Sólo unos pocos entenderán la real intención del emisor. Lo curioso, sin embargo, es recurrir a los guiños en una conversación entre dos. Algunos, con aires intelectuales y benévolos, los llaman eufemismos. Los más sinceros los entienden como falta de valor para afrontar una realidad. En este caso, a diferencia del refrán, el que huye no sirve para ninguna otra batalla. Pierde. No llega ni a historia. Se queda ahí.

14/9/07

Claridad (...)

Era difícil imaginar que la claridad fuera capaz de confundir tanto.
Advertencia: no se trata de un juego de palabras.
Tampoco es un contrasentido.
Es así.
Tan sencillo como entreverado.

12/9/07

Destino (...)

Apenas es un pensamiento sin mayor sustento. No alcanza el nivel pretencioso de una hipótesis. Ni siquiera persigue el fin de convertirse en una señorial teoría. Sin embargo, cada vez se fortalece más la idea de que el destino está escrito con tinta indeleble. Uno puede intentar miles de trucos. Desde optar intencionalmente por un camino equivocado hasta salirse de la senda para dormir una siesta eterna. No sirve de nada. Tampoco tomar atajos, omitir señalizaciones, escapar, retroceder o acelerar. Inevitablemente, se acabará en el mismo lugar. Sólo somos actores, buenos o malos, que interpretamos un libreto. Y lo hacemos como podemos. El y ella. Ustedes. También vos y yo.

10/9/07

Curvas pronunciadas (...)

Ideas que se cruzan por la cabeza y que son literalmente esculpidas con forma de palabras por unos dedos gordos que golpetean las teclas con torpeza.
Los ojos se cierran. Entre la oscuridad no tan oscura, se aleja la bonita figura de una muchacha con curvas pronunciadas. Se oye su risa. Contagia. Se huele su perfume. Dan ganas de alcanzarla. También de abrazarla. Pero se va. Su silueta generosa se pierde en algún rincón...
Los ojos se abren. Entre la claridad no tan clara, se aleja la bonita figura de una muchacha con curvas pronunciadas. Se oye su llanto. Contagia. Se percibe su tristeza. Dan ganas de alcanzarla. También de abrazarla. Pero se va. Su silueta generosa se pierde en algún rincón...
Ideas que se cruzan por la cabeza y que son literalmente esculpidas con forma de palabras por unos dedos gordos que golpetean las teclas con torpeza.

7/9/07

Descartables (...)

Se acabó. Y ni siquiera hay tiempo para llorar. Retroceder es imposible. La estructura, que parecía indestructible, se desmoronó. Sólo queda una sensación horrible. Todos somos descartables.

4/9/07

Unilateral (...)

La mente primitiva no entiende los cambios superficiales. Apunta a la simpleza. La complejidad lo asusta. Lo espanta. La decisión unilateral de convertir el día en noche y la noche en día carece de sentido. La luz y la oscuridad siguen alternándose. Apenas modificaron el orden. El cambio, en definitiva, resulta imperceptible. Adaptarse será producto de una lenta aclimatación. Pronto, se convertirá en una triste rutina.
Otra más. Nada más.