2/7/07

Jugar (...)

El reglamento, implícito, jamás escrito, habla de contención y apuntalamiento. Incluye diálogo, complicidad, guiños y voces inocentemente codificadas. Existe además un sentimiento de pertenencia, basado en coincidencias, sostenido por gustos en común. Todo dentro de un marco de libertad. Porque no hay posesión. Porque no se puede ser dueño de lo ajeno. Aquí no se concibe la idea de expropiar ni la atribución de ser invasivo. Nada que tenga que ver con forzar. Aquél que lo haga, será sancionado. No podrá jugar más porque no entendió que apenas se necesita simpleza. Los enojos, los reproches, el cinismo y la histeria no son necesarios. Acá nadie juega a ganar. Es meramente lúdico.
Acá todos juegan a jugar.

Ilustración: "Arlequín", de Salvador Dalí (1927)

No hay comentarios.: