22/6/07

Disquisiciones rutinarias (...)

¿Por qué tengo tan pocas ganas de hacer todo lo que hago a diario? ¿Por qué me muero de ganas de hacer lo que nunca hago y, seguramente, jamás haré? Por primera vez, creo, logré responder una pregunta con otra pregunta. Obviamente, el dilema no tiene una solución tan sencilla en la práctica. Está emparentado con el sentimiento constante de disconformidad. Y, además, tiene mucho que ver con la adicción que genera la maldita rutina y el temor privativo que produce apostar al cambio para romper con lo establecido.

Ilustración: "Composición en rojo, amarillo y azul", de Piet Mondrian (1921)

No hay comentarios.: