28/8/07

No va más (...)

Todos aquellos que van con asiduidad al casino están convencidos de que una noche se irán del lugar con los bolsillos llenos de dinero. Así, con un golpe de fortuna como aliado, habrán consumado el postergado sueño de la movilidad social. Todos, se estima, conocen el riesgo que implica jugar en forma compulsiva. Saben que es mucho más probable quedar en bancarrota que transformarse en millonario con sólo acertar una seguidilla de plenos. Pero nadie, ni siquiera el más pesimista de los perdedores, va con esa alternativa como premisa.
En este caso, luego de esta trillada introducción lúdica, no hay ruletas ni naipes. Se trata, nada más, nada menos, de hacer una gran apuesta en tiempos de cambios, que incluyen refacciones, mudanzas y desafíos. Y eso genera incertidumbre.
Crisis.
La finalidad es crecer. Evolucionar. Sentirse más a gusto. Explorar. Aprender. Vivir.
El riesgo existe. Se puede perder. Se puede ganar.
Lo que no se puede hacer es dudar.
Pero dudo y luego no existo.
Si tuviese el convencimiento de que cualquiera puede hacer saltar la banca...

1 comentario:

Diego Sagardía dijo...

Dicen Las Pelotas: "Siento, luego existo".