28/5/07

Seis días (...) *


Hay un sinfín de acciones que pueden durar seis días. Dicen, en un libro muy leído que fue escrito hace siglos, que es el tiempo que necesitó un Señor para pergeñar todo lo que somos los hombres... El séptimo, como todos saben, el hombre todopoderoso y omnipresente descansó. También hubo una guerra que se extendió por ese espacio temporal. Israelíes y árabes se tiraron con todo entre el 5 y el 10 de junio de 1967... ¿Otro ejemplo? Steve Fosset, el excéntrico multimillonario estadounidense, podría dar dos vueltas al mundo a bordo de su ultraliviano GlobalFlyer... Y tendría un margen de casi diez horas para descansar entre una travesía y otra. La lista de parangones (¡qué linda palabra!) puede ser infinita... ¿A qué viene todo esto? Simple. Seis días son los que necesité para volver a tener una idea. ¿Es mucho? ¿Es poco? ¿Es una idea?
*La imagen fue cedida por un anónimo conocido. El tema es que él prefiere preservar su identidad. Y lo respeto...

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