19/9/08

Mara (...)

-Se me hace difícil. Cada vez me cuesta más...
-¿De qué estás hablando?
-De ella, de Mara, ¿de quién va a ser?
-¡Ah! Porque el tema salió de la nada...
-Es que ése es el tema. En vez de estar concentrado en lo que estoy haciendo, me pongo a pensar en ella.
-Uy, boludo... Entonces, dejame manejar a mí...
-No seas infeliz. No me cambies el tema. Esto es muy importante para mí.
-Bueno, a ver... ¿Qué es lo que te pasa con esa chica? ¿Qué es lo que se te hace tan complicado?
-Olvidarla.
-Pero si no pasó nada. Apenas fue un coqueteo, digamos, amistoso.
-Por eso, no puedo dejar de pensar en lo que habría pasado si, justamente, pasaba algo.
-¡No te puedo creer! ¿Desde cuándo estás así de pelotudo?
-Desde el día que me dejó. Se enojó y parece que bastante. De hecho, casi que no la veo.
-Mirá, esto es muy sencillo. Lo que tenemos que hacer es salir esta noche, levantarnos un par de minuzas y listo. Así, te dejás de romper las bolas con Mara...
-Vos me estás jodiendo...
-No, gil, te conozco demasiado. Vos te enamorás cada media hora...
-No es así. Yo cambié desde que conocí a Mara. No habrá otra como ella. De eso, estoy seguro.
-Bueno, entonces quedate en tu departamento pensando en ella. O llamala por teléfono y pedile perdón.
-Ya lo hice. Y la muy guacha no me atiende. La lejanía es lo que me mata.
-Ves, otro motivo para hacerme caso. Olvidate de ella, es lo mejor que te puede pasar...
-Sí, sería lo mejor... Pero no sé cómo olvidarla. No sé qué hacer...
-Haceme caso y...
-Uh, pará, pará, mirá qué buena está esa mina... Mirá las gomas que tiene... Ah, no, es una bestia...
-¿Cómo era lo que me decías recién?
-Sí, papá, pero es igualita a Mara... No la ves...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Olvidarla. Todos queremos eso, pero ¿cómo lograrlo? no está explicado en ningún manual.