18/7/08

Desgano (...)

De repente, mientras repasaba unos viejos escritos, empecé a llorar. Enseguida, sentí la necesidad de contarlo. Supuse que una acertada combinación de palabras podría ayudarme a canalizar la pena. Pensé que el dolor redundaría en inspiración. Pero estaba equivocado. No tenía energías para seguir llorando. Las ganas se habían convertido en desgano.

2 comentarios:

Diego Sagardía dijo...

Y el desgano se convirtió en este texto profundo? Dan ganas de desganarse. Muy bueno, chango.

Anónimo dijo...

Coincido con pelado, muy profundo. Sigue escribiendo por favor.