29/10/07

No hay por qué (...)

El último capítulo de una saga que empezó muy bien y terminó muy mal. Como sucede casi siempre con todo lo que empieza y en algún momento se termina. El todo. La nada. Gracias. No hay por qué. Por más puntos seguidos que se hayan intentado poner. Alguno, inevitablemente, marcó el final.

25/10/07

Culpable (...)

Las horas de sueño se consumen mientras intento desentrañar cómo pasó lo que pasó. Unos creen que fue un asesinato premeditado. Sobre todo luego de haber recibido tantas advertencias. Otros apelan a la figura de homicidio culposo. La verdad es que no puedo ayudar demasiado en el esclarecimiento del caso. No entiendo de derecho penal. Tampoco creo que un abogado pueda servir de mucho. Además, todavía estoy shockeado por su muerte. No me puedo acostumbrar a su ausencia. Siento que me hace falta. Mucha falta. El luto será por tiempo indefinido. Por otro lado, no sé si tengo el castigo que merezco. Suena injusto haber sido confinado a la sombra casi sin oportunidad para la defensa. Muy injusto. Hubiese preferido matarlo de otra manera. Bah, hubiese preferido no matarlo. De eso estoy seguro. Pero ya fue...

A destiempo (...)

Obstinado en forjar un futuro de dudoso porvenir y muy improbable realización, acaba de concluir que está atrapado en el ideal de un pasado lejano y feliz que parece imposible reconstruir. Los puntos en común apenas son parte de una agradable escenografía. Vive a destiempo. Lo sabe. Lo sufre.

24/10/07

Número redondo IV (...)

Ya lo saben, pero me reitero. El control de visitas arrancó el 10 de enero pasado gracias al consejo del cataléptico El Impreciso de LH, ahora devenido en cinematófilo. El 16 de abril, el Statcounter marcó cinco mil. La cifra se duplicó para el 19 de julio --el día de la muerte del gran Roberto Fontanarrosa-- y hoy, a diez meses y días de la primera medición, el número se triplicó. Es decir --aclaro para los que andan mal en matemática--, el blog del hombre de los puntos suspensivos acaba de superar las 15 mil visitas, con un promedio diario de 52. En realidad, para no andar mintiendo por ahí, se habla de cargas de páginas. Si se contabilizan las visitas únicas, el blog ronda las 10 mil, con unas 34 por jornada. Nada mal si se tiene en cuenta el acotado vuelo prosaico del autor. ¡No hay que agrandarse! Está comprobado que la mayoría llega a esees por error o por ineptitud a la hora de utilizar el Google. Las estadísticas marcan que apenas el 20 por ciento de los visitantes soporta más de cinco segundos en el blog. Para cerrar y seguir con la costumbre, vale repasar los temas más leídos del último mes. Obviamente, la búsqueda está más fragmentada que la oposición en las elecciones presidenciales que se avecinan. Con sólo un 4,5 por ciento, manda el término "imperativo", lo sigue "número redondo" con 3,67% y "sencillez" e "inquietud" completan el podio con el 3,27%. ¿Un dato de color? Un 2,45% pretende encontrar "porongas grandes" y un 1,63% está a la caza de "grandes porongas". El público está necesitado de cosas que los puntos suspensivos son incapaces de ofrecer...

Estrofa (...)

Sentado a una mesa, con el televisor encendido, pero sin volumen, el hombre luchaba contra su analfabetismo tecnológico e intentaba descubrir los secretos de su flamante adquisición. Tenía entre sus manos un dispositivo ultramoderno de color rojo y blanco que hace las veces de teléfono, agenda, reproductor de música, radio, calculadora, almacenador de datos, cámara de fotos y de video, entre otras funciones aún sin develar... Demasiadas para un aparato que mide ocho centímetros de alto por cuatro de ancho y que cabe en la mayoría de los bolsillos. De repente, tras presionar con torpeza un par de botones, comenzó a sonar una canción... El hombre dejó el celular sobre la mesa. Y comenzó a llorar. Todavía no sabe por qué.

23/10/07

Sucesión (...)

Sucesión de imágenes captadas a partir de las seis AM.
Una bebé durmiendo panza abajo y a pata suelta. Un gordo de barba abundante y con terribles ojeras lavándose los dientes. Un cuerpo amorfo enjabonado. Una bebé que se despierta y grita fuerte mamá. Una bebé que sonríe antes de tomar una mamadera abrazada a su muñeca de trapo y a su mamá, todavía dormida. Un vendedor ambulante que saluda cordialmente en vez de ofrecer su siempre rechazada mercancía. Una rubia con pinta de gato en una parada de colectivos de Banfield. Una enfermera de unos 50 años acosada por dos pibes totalmente borrachos en otra parada de colectivos, ya en Lanús. Un hombre que pasa por al lado, baja la vista, apretuja el diario que lleva bajo el brazo y no hace nada para ayudar a la enfermera. La enfermera que se aleja, un pibe que la sigue y el otro que se tropieza y se va de trompa al piso. Un camionero enardecido que acaba de encerrar brutalmente a un Taunus de los viejos contra un cordón en Gerli y putea al conductor del auto en todos los idiomas (bah, en uno solo). El chofer, totalmente sacado, está parado en la base del remolque y gesticula a lo loco. El del Taunus lo mira con temor desde la butaca de su coche. Una chica que empuja a un chico en el triste boulevard de la avenida a la altura de Avellaneda y lo insulta de arriba a abajo. Se leen sus labios que dicen claramente: "la concha tuya, puto, pajero". Cada uno sigue por su lado. Una autopista congestionada. Un espacio reducido para estacionar el auto teniendo en cuenta mi incapacidad para maniobrar.
Siete AM. Se acabaron las sorpresas.
-Hola.
-Buen día.
Lo que viene es historia conocida. Y repetida.

22/10/07

Repaso (...)

Con la cabeza hundida en la almohada y la mirada perdida en una pequeña imperfección, casi imperceptible, que se ve en una de las paredes de la habitación, la cabeza se rebela ante la severa orden de tomarse un descanso. Desobedece. Y no se detiene. Analiza en forma antojadiza situaciones del pasado inmediato. Se repasan diálogos. También se reviven silencios. Se imaginan escenarios posibles dentro de todas las imposibilidades. Vaivenes. Sólo hay una variable que no puede controlar. El reloj no para: está empecinado en no dar vías de escape. Apenas le da tiempo para hacer lo que hace. Todo. Y nada.

Instante (...)

Frenó y se golpeó duro la cabeza contra una pared de cemento. Y en la supuesta agonía llegó a repasar todo lo que había hecho en vida. Ni siquiera él entendía cómo había llegado hasta ese instante de confusión. La veloz sucesión de imágenes alcanzaba para determinar aciertos y errores. Era muy tarde para emparchar todos sus deslices. Pero había algo peor: era demasiado tarde para disfrutar de sus pequeños éxitos.

19/10/07

Tarde de verano (...)

Ella intentaba acomodar el pelo que se había zafado de una poco prolija atadura. El calor tenía mucho que ver con ese movimiento repetido en forma mecánica. Parecía un tic. Podía ser también un juego de seducción maquillado como un reflejo que no hacía más que llamar la atención. Su cuello aparecía en la escena. Invitaba a acercarse. También se veía una parte de su hombro, apenas cubierto por un bretel rebelde y provocativo. Demasiada piel para una tarde de verano. Demasiada piel para observar desde tan lejos.

18/10/07

Sueños (...)

La imaginación mezcla el mazo de la realidad con total libertad y entrega una mano con cartas diferentes, pero de la misma baraja. El juego nocturno altera el orden establecido. Produce una revolución en contra de la rutina. Se subleva. Y también divierte y alivia. Pero se esfuma inevitablemente con las primeras luces del amanecer y el sonido del maldito despertador. Una muerte anunciada y programada. Es el suicidio de un dulce delirio onírico.

17/10/07

Todavía una canción de amor (J.S.)*

No te fíes si te juro que es imposible
no dudes de mi duda y mi quizás
el amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar

La luna toma el sol de madrugada
nunca jamás quiere decir tal vez
la muerte es un amante despechada
que juega sucio y no sabe perder

Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte
que no salgo a buscarte porque se
que corro el riesgo de encontrarte
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.

No corras si te llamo de repente
no te vayas si te grito piérdete
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido
los ojos que no ven miran mejor
cantar es disparar contra el olvido
vivir sin ti es dormir en la estación.

*Mi amigo Joaquín todavía escribe mejor que yo...

16/10/07

Historia (...)

La historia fue revuelta por la proximidad de cambios profundos. Y entonces aparecieron los recuerdos, el legado material de los que ya no están. Por las manos desfilan fotos, adornos, jarrones, bujías, herramientas, telas, colecciones de cajas de fósforos, juegos, botellas de vino, libros, revistas... Chucherías a granel inutilizadas por el paso del tiempo. Y mucho polvo. Muchísimo. Algunos resisten a la selección natural y apresurada. Y pasan a descansar con más comodidad en prolijas cajas de cartón. Otros, tras una prolongada resistencia cobijada por el involuntario anonimato y la suciedad, no pueden evitar su destino de bolsa de consorcio. Tal vez terminen en un basural. Quizá tengan fortuna y pasen a formar el colectivo de los recuerdos de otro grupo familiar. Una nueva historia.

11/10/07

Inquietud (...)

Ideas que van de un lado a otro y procuran convertirse en ideales. La palabra básica es construir. Sin ladrillos. Pero sí con espíritu rebelde y crítico. Se cuestiona hasta el hartazgo un sistema que tiene predilección por la exclusión y el descarte. Se combate a los poderosos a sabiendas de que nunca jamás dejarán de tener el poder. Pero se los pone en aprietos para que no se sientan tan cómodos. Se intenta contar otra historia para que se sepa que los exitosos no son los únicos que tienen la razón. No hace falta ir al choque. Sólo usar la inteligencia para darse cuenta de que la dignidad y el honor tienen mucho más valor que una valija llena de billetes.

Mal tiempo (...)

El pronóstico anuncia lluvias y tormentas. La escena se repite. Cansa por ser rutinaria. Agota. El clima es altamente contagioso. Por carácter transitivo, no se sabe bien por qué, las nubes no sólo están en el cielo. También se ven en el techo del living. Mal tiempo. Ojalá no caiga mucho agua.

5/10/07

Sencillez (...)

La sencillez puede ser tomada como una virtud. Sin embargo, en este caso forma parte de un terrible e insoportable defecto. El hombre tiene una extraña facilidad para arruinar todo. El exceso de confianza no es compatible con el extremo de irritabilidad. En plena efervescencia, una caricia inocente se convirtió en el peor de los insultos. Así llegó el final. Un nuevo final en una indefinida historia de nunca acabar.

Suficiente (...)

Un segundo. Diez minutos. Media hora. Una noche.
¿Es suficiente? No. ¿Alcanza? Puede ser.

3/10/07

Conexión(...)

-¿En qué estás pensando?
-En nada. ¿Por qué me preguntás eso?
-Porque estás hablando pausado. Y cuando hablás pausado es que estás pensando en otra cosa.
-¿Cómo te diste cuenta?
-¿En qué estás pensando?
-En nada.
-Dale, contame...
-No te lo puedo contar.
-¿Por qué?
-Porque todo lo que te diga no va a cambiar nada. ¿O hay algo que pueda cambiar las cosas?
-¿En qué estás pensando?
-¿Hace falta que te lo diga? A ver... ¿En qué puedo estar pensando?
-...
-¿No me vas a responder?
-Sabés que el otro día...

2/10/07

Intolerancia (...)

No se sabe si fue el viento, el agua, el sol, la sombra o simplemente el paso del tiempo. El hombre, casi sin darse cuenta, se quedó sin paciencia. Y todo por culpa de la erosión que desgasta en forma silenciosa. En simultáneo, la intolerancia ganó terreno y protagonismo. Se manifiesta ante el más pequeño de los estímulos. Se hace difícil de manejar. Y amenaza con convertirse en ira.