Aunque esté, aunque la vea, ella ya no está. Tampoco están sus guiños, sus estallidos, sus laberintos, sus vaivenes, sus salidas. Ella se fue, así lo decidió, de repente, sin avisar. La indiferencia, provocada y forzada, generó asombro, dolor y replanteos. También, curiosamente, causó indiferencia. Aunque esté, aunque la vea, ella ya no está.
3 comentarios:
Empiezo a creer que conocemos a la misma gente...
Te dejo una invitación para mi blog:
proyectoazucar.blogspot.com
Quizá si. Quizá no. La gente se parece demasiado. Eso es bueno. Y malo a la vez.
Gracias por los comentarios. Y por la invitación a tu blog. Ya lo conocía. De hecho, lo tengo linkeado y paso de visita seguido.
Saludos.
Si, es cierto, la gente intenta diferenciarse todo el tiempo, pero termina haciendo/siendo siempre igual.
Y lo de la invitación, es que me siento tan bien leyendo tus cosas que quería saber si era mutuo.
Saludos
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