13/1/09

Caretas (...)

Su juego se basa en el engaño. Y está convencida de que nadie se da cuenta. Es patológico. También es aburrido. Porque se enreda en sus propias historias y siempre queda en evidencia. Yo prefiero que no mienta. Que diga la verdad. No quiero jugar a su juego. No es cómodo andar con caretas.

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